El Correo de la UNESCO, julio-agosto de 1950...“La UNESCO publicó un estudio en el que se afirmaba que los negros –entonces llamados ‘personas de color’– no eran inferiores y que no había diferencias genéticas fundamentales entre negros y blancos”, afirmó el reverendo Jesse Jackson en una conferencia sobre derechos humanos auspiciada en 2002 por la Biblioteca Presidencial J.F. Kennedy de Boston. “Nosotros emprendimos una gira por el Sur en la que pronunciamos discursos y mostramos el estudio que decía que los negros no éramos inferiores. Una organización internacional había examinado el tema y había llegado a la conclusión de que no éramos inferiores. Era una declaración importante”, añadió el célebre activista estadounidense de derechos civiles. “La UNESCO, un organismo mundial –no una escuela segregada del Sur, no un gobernador sureño, ni siquiera el presidente de Estados Unidos–; la UNESCO decía que no éramos inferiores”.Este testimonio refleja la repercusión de una de las iniciativas de ‘ingeniería mental’ de la UNESCO orientada a combatir la desigualdad racial. Es cierto que aún hoy, 65 años después de la primera declaración de la UNESCO sobre el tema, titulada La cuestión racial, la humanidad sigue luchando contra el racismo y sus derivadas, pero resulta obvio que la condena moral de esa ideología, que con el apoyo de pruebas científicas la Organización ha difundido en el mundo entero desde 1950, no solo ha llegado a la población en general –o al menos, a muchos dirigentes– sino que también ha influido sobre esas personas.
En el suplemento del número de octubre-diciembre de 2018, reproducimos alrededor unas 50 ilustraciones de la serie The Books of Needs (El Libro de las Necesidades) del artista peruano Fernando Bryce, que ha transformado en obras de arte las páginas de El Correo de los años 1948-1954. Se inspira en este periodo histórico “en el que la idea de progreso abría realmente múltiples perspectivas”.
En marzo de 1948, El Correo de la UNESCO anunciaba la reciente aparición del primer volumen de la publicación The Book of Needs (El libro de las necesidades), en la que se presentan análisis y listas de necesidades en materia de educación, ciencia y cultura en los países devastados por la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Europa y Asia.Este libro contenía muchas repeticiones: “La misma historia se encuentra repetida, vuelta a contar; lo único que varía algo es la decoración”, escribía en el prefacio el Director General de la UNESCO Julian Huxley, antes de enfatizar: “Tal vez, al ser plenamente conscientes de esta repetición se comprenderá mejor el enorme alcance […] de los problemas a los que el mundo debe enfrentarse.”Para hacer frente a los problemas mundiales de hace setenta años, esta iniciativa de la UNESCO se parece en su lógica a la Agenda 2030 adoptada por la ONU en septiembre de 2015. Mucho más modesta, pero no menos audaz cuando se trataba de afirmar la voluntad de transformar el mundo y de asegurar un futuro mejor a las nuevas generaciones. Se trataba de hacer un balance de las necesidades y de dar pistas, pero también de organizar acciones concretas para satisfacerlas.