Me sobra barrio es un tratamiento curatorial del Centro de la Imagen que apuesta por una vinculación entre comunidad y expresión artística.
La Plaza de la Ciudadela y sus alrededores conforman uno de los barrios más representativos de la Ciudad de México. El sitio, por naturaleza camaleónico, ha sido testigo de acontecimientos disímiles: de la guerra de Independencia y la Decena Trágica, del comercio de tabaco, armas y artesanías, de la educación pública y difusión del arte y la cultura. Y ha sido espectador de la historia de generaciones de mexicanos que han tejido su existir en torno él y lo han convertido en un ícono representativo para la comunidad. A partir del interés por explorar esa peculiaridad, el Centro de la Imagen lanzó la residencia artística Me sobra barrio, la cual este año cumple su segunda edición.La idea se gestó desde el momento en que la propia institución del museo fue cuestionada. El edificio que ahora alberga el Centro de la Imagen es una de las construcciones que atavia ese cuadro de la capital desde hace décadas, y que actualmente comparte espacio con la Biblioteca de México. Sin embargo, la esencia de Me sobra barrio requería de algo que fuera más allá de esas paredes, necesitaba encontrar la manera de desarrollar una lógica distinta de exposición que permitiera lograr con éxito un programa público. Para lograrlo fue necesario “repensar el papel del arte en esta idea de ciencia de la libertad y de imaginar cuáles son los caminos posibles para dialogar con el contexto social, político”, explica a Gatopardo el curador Ignacio Pla.