René Quinton, un sabio francés, salvó la vida de miles de personas en Francia inyectando agua de mar en una solución rebajada. Una técnica que ha sido silenciada. Descubriendo las propiedades del agua de mar.
René Quinton nació el 15 de diciembre de 1866 en Chaumes, Brie (Francia). Hijo de un médico y alcalde de la ciudad, Quinton no recibió formación científica particular alguna, sin embargo como muchos grandes hombres de la historia, fue un autodidacta sumamente culto que estaba al tanto de los principales avances y descubrimientos científicos de su época. Después de estudiar letras y hacer algunos cursos en el Museo de Historia Natural, comenzó su peculiar y genial carrera en el ámbito científico que revolucionó los paradigmas de la época. La academia de ciencias francesa no dudó en decir que después de Darwin, nadie sino Quinton había hecho aportes tan relevantes en el campo de la biología. Sin embargo sin ánimo de entablar batalla contra nadie, demostró al mismo Chard Darwin que “la vida no se somete al medio, sino al contrario, es el medio el que se somete a la vida, a la célula”.Enfermó de tuberculosis, pero el haberse trasladado una temporada a vivir junto al mar y curarse, descubrió que la composición química del agua del mar es muy semejante a la de la sangre de los vertebrados, retomando así los trabajos del célebre fisiólogo Claude Bernard. De esta forma nació el célebre “Plasma de Quinton”, utilizado en los dispensarios marinos que él mismo creó para salvar miles de vidas en diversas ciudades francesas y extranjeras.