A punto de cumplirse los dos siglos de la desaparición del navío San Telmo el cúmulo de hipótesis, conjeturas, cábalas, sospechas y suposiciones no hace otra cosa que aumentar infructuosamente. Su último derrotero, al menos oficialmente, permanece sin esclarecer
En la estatuaria, San Telmo es representado a menudo envuelto en el hábito de la orden dominica, portando sus atributos: un largo cirio en la mano diestra y un barco en la izquierda, con los cuales ofrece respectivamente luz y protección a los navegantes. Así lo exhibe también el museo Naval de Madrid en la recreación de un posible mascarón de proa del San Telmo, nave capitana de la llamada División del Mar del Sur, una flota de cuatro unidades náuticas que partió de Cádiz el 11 de mayo de 1819 hacia El Callao (Perú) con la misión de reforzar a las tropas realistas que batallaban contra los insurgentes criollos de ultramar. A la postre, los cuatro buques enfrentarían por separado azares diferentes, de los cuales el único de consecuencias insospechadamente fatales fue precisamente el sufrido por el San Telmo, dado por perdido en las tormentosas aguas del cabo de Hornos a finales del invierno austral de aquel mismo año.Y así, perdido y velado por las brumas del tiempo, continúa hasta el día de hoy.