Sahar Khodayari prendió fuego a su menudo cuerpo a la salida del Tribunal de Justicia en Teherán tras saber que podría ser condenada a seis meses de prisión tras haber intentado asistir a un partido de fútbol
Sahar Khodayari murió el pasado mes de septiembre en Teherán. Tenía tan solo veintinueve años.Días antes prendió fuego a su menudo cuerpo a la salida del Tribunal de Justicia tras saber que podría ser condenada a seis meses de prisión tras haber intentado asistir durante los juegos de la liga de la Confederación Asiática de Fútbol al partido de su equipo, Esteghlal, contra el equipo Al-ain de los Emiratos Árabes.¿Qué empuja a una joven a prenderse fuego? Unos afirmaron que lo hizo por una enfermedad mental. Otros sostienen que buscaba alterar el orden público. El régimen ha orquestado una campaña de desinformación y mentiras desde su muerte, obligando a su temeroso y frágil padre a comparecer ante la televisión estatal culpando a agentes externos de utilizar la imagen de su hija. Nada sirve sin embargo para ocultar la verdad: el único culpable de la muerte de Sahar Khodayari es el monstruoso sistema de normas y leyes aberrantes que cae cual plomo sobre las mujeres iraníes. Ella, azul como el color de su amado equipo Esteghlal, murió en el hospital a causa de sus quemaduras el lunes 9 de septiembre.* * *La chica de azul no pertenece a ningún cuento de hadas ni a ninguna pintura. Nació en la hermosa tierra de los poetas persas. Una tierra toda ella un jardín de rosas. Una tierra por donde las almas más sensibles caminaron, la habitaron y le rindieron homenaje. Pero ahora pertenece a los monstruos. El jardín de rosas fue devorado por la celebración de los verdugos y el espectáculo del Aquelarre.
La filosofía común de este tipo de clubes de fútbol, que están surgiendo cada vez más, es otorgar voz, poder y participación al aficionado
Este fin de semana ha comenzado la liga de fútbol profesional. Tanto la primera categoría como la segunda están patrocinadas por bancos. Muchos de los equipos tienen dueños millonarios alejados de la afición. Los ingresos por televisión mandan. Hay partidos todos los días, incluidos los lunes y los viernes. El aficionado tiene nulo poder de decisión en su deporte favorito. Así es el “fútbol moderno”. Pero algo está cambiando en diferentes lugares.Desde hace unos años han surgido en España nuevos modelos de clubes, autodenominados como “populares”. En resumen, su filosofía es otorgar voz, poder y participación al aficionado. El último en llegar es el C.D Independiente de Vallecas, en el carismático barrio de la capital madrileña. Antes, surgieron otros: Ciudad de Murcia, Unionistas de Salamanca, Unión Club Ceares, Atlético Club de Socios, Xerez, Orihuela, Logronés, Tarraco, etcLos referentes utilizados por este tipo de clubes surgieron en Inglaterra. El ejemplo más citado es el del F.C United, de Manchester, fundado en 2005. Un grupo de aficionados descontentos con la compra del histórico Manchester United por un multimillonario fundaron este equipo caracterizado por funcionar de manera horizontal. También se usa como referencia al AFC Wimbledon, surgido en 2002 tras mudarse el equipo histórico a otra ciudad.Desde Vallecas, la idea surgió en verano del año pasado. “Los que montamos el grupo fundador éramos básicamente amigos de ir a ver al Rayo Vallecano, aficionados al fútbol y estábamos bastante cansados del mercantilismo en el fútbol, con horarios imposibles y las aficiones cada vez más alejadas”, cuenta a cuartopoder.es Dani, uno de los portavoces de la directiva del Independiente de Vallecas. Referenciados en los clubes mencionados de Inglaterra o en experiencias más cercanas como la del Ceares o Unionistas, se pusieron en marcha.
La Liga actual se sustituirá por otra competición y el creciente interés ha llevado a la firma con Mediapro de un contrato de 9 millones de euros por los derechos televisivos.El gran reto pendiente es la profesionalización: el 60% de las futbolistas cobran ahora menos de 600 euros al mes, mientras que sólo un 1% percibe más de 8.000 euros mensuales
“Se está metiendo a arreglar el fútbol femenino alguien a quien nunca le ha importado y jamás ha ido a un partido”, afirma Rubén Caravaca, vicepresidente de la peña Las Colchoneras, sobre el nuevo modelo que quiere imponer la Real Federación Española