Este es el prólogo de Marcus Redikker a la nueva edición en castellano del clásico "El viento común. Corrientes afroamericanas en la era de la Revolución haitiana" de Julius S. Scott, que aparecerá próximamente publicado en la editorial Traficantes de Sueños (traducción de Esther Pérez). La primera traducción se hizo en Editorial Historia de Cuba en marzo de 2021.
¡TOUSSAINT, el más infeliz de todos los hombres!Sea que el silbador Rústico emplee su aradoAl alcance de tu oído, o que tu cabeza ahoraRepose en la sima sin sonido del profundo calabozo;—¡Oh, miserable Caudillo!, ¿dónde y cuándoEncontrarás descanso? Pero no mueras; por el contrarioMuestra con tus cadenas un semblante sonrienteAunque caído, para nunca volver a levantarte,Vive y consuélate. Has dejado detrásFuerzas que obrarán por ti; aire, tierra y cielos;No hay un soplo del viento comúnQue te olvide; tienes grandes aliados;Tus amigos son los júbilos, las agonías,Y el amor, y la mente invencible del hombre.Este libro toma su título de un soneto escrito en 1802 por William Wordsworth, «A Toussaint L’Ouverture», dedicado al gran caudillo de la Revolución haitiana quien poco después moriría (de neumonía), prisionero de Napoleón Bonaparte en Fort de Joux, en el este de Francia.Julius S. Scott nos revela la fuerza humana colectiva en la que se inspiraron los versos de Wordsworth. Se centra en «el soplo del viento común» y se pregunta quién asimiló la historia de Toussaint y de la revolución, y quién la susurró entonces en forma de historias subversivas para que circularan con celeridad y fuerza por todo el Atlántico.
¡TOUSSAINT, el más infeliz de todos los hombres!Sea que el silbador Rústico emplee su aradoAl alcance de tu oído, o que tu cabeza ahoraRepose en la sima sin sonido del profundo calabozo;—¡Oh, miserable Caudillo!, ¿dónde y cuándoEncontrarás descanso? Pero no mueras; por el contrarioMuestra con tus cadenas un semblante sonrienteAunque caído, para nunca volver a levantarte,Vive y consuélate. Has dejado detrásFuerzas que obrarán por ti; aire, tierra y cielos;No hay un soplo del viento comúnQue te olvide; tienes grandes aliados;Tus amigos son los júbilos, las agonías,Y el amor, y la mente invencible del hombre.