La desigualdad en la distribución de la propiedad de la tierra suele pasar desapercibida. Sin embargo, todas las crisis tienen que ver con ella. Desde Thomas Piketty sabemos más sobre la desigualdad de los ingresos y la riqueza en el capitalismo contemporáneo. La desigualdad crece, no se reduce, porque la riqueza se distribuye de forma mucho más desigual en cualquier parte y crece más rápido que los ingresos. Sin embargo, la base de datos sobre la riqueza y la renta mundiales en la que trabajan Piketty y muchos otros, solo registra aspectos parciales de la desigualdad real en nuestro mundo.
Más de la mitad de la población mundial vive hoy en ciudades y la tendencia va en aumento. En los países ricos del norte, solo entre el dos y el cuatro por ciento de la población activa se dedica a la agricultura. Pero la tierra, especialmente la fértil y cultivable, aún sigue siendo el recurso central del que depende la alimentación de la creciente población mundial. Y esta tierra está hoy mucho más desigualmente distribuida que hace cuarenta años. La desigualdad en la propiedad de la tierra ha sido estudiada durante varios años por un grupo de organizaciones que se unieron para formar la Coalición Internacional de la Tierra (International Land Coalition). Esta coalición, que ya cuenta con 250 organizaciones de todo el mundo, ha publicado recientemente el informe "Uneven Ground" sobre la desigualdad global en la distribución de la tierra.
El Sindicato Andaluz de Trabajadores ha vuelto a Somonte por séptima vez para reivindicar el derecho a la tierra y al trabajo.
5h del lunes 26 de agosto. Varios militantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) entran en Somonte, finca situada en el término municipal de Palma del Río, Córdoba, para volver a ocuparla. Hacía algo más de dos meses que habían sido desalojados de allí por la Guardia Civil, pero el SAT parece no rendirse.La finca, puesta a la venta por la Administración en 2012, fue ocupada por primera vez el 4 de marzo de ese mismo año. El sindicato anticapitalista trataba de evitar que cayera en manos de los grandes terratenientes que podían pujar por ella, a quiénes, según Óscar Reina, su portavoz, “no les preocupa el trabajo sino el beneficio”. Para el SAT, Somonte no es un símbolo, “es una alternativa de resistencia, una necesidad y una posibilidad de empleo para cientos de trabajadores condenados a emigrar de una comarca, la de Palma del Río, profundamente deprimida”.
Los científicos documentan un círculo vicioso: cuanto más se degradada la tierra, menos participa en la lucha contra el desajuste climático, más se intensifica la crisis climática y más se degrada la tierra
El mes de julio ha sido el más caluroso registrado hasta ahora. 2018 figuraba ya entre los años más calurosos. Un estudio acaba de demostrar que cerca de una cuarta parte de la humanidad está amenazada por la escasez de agua. El último informe anual de la ONU, de julio, establece que, por tercer año consecutivo, ha aumentado el hambre en el mundo afectando ya a más de 820 millones de personas.En el resumen publicado, los científicos del GIEC documentan un círculo vicioso: cuanto más se degradada la tierra, menos participa en la lucha contra el desajuste climático, más se intensifica la crisis climática y más se degrada la tierra. “Los cambios climáticos pueden intensificar el proceso de degradación de la tierra, en especial por el aumento de la intensidad de las precipitaciones, las inundaciones, la frecuencia y la gravedad de las sequías, el estrés térmico, los períodos de sequía, el viento, la subida del nivel del mar y la acción de las olas, el deshielo del permafrost y la modulación de los resultados por la gestión de la tierra”, escriben los científicos.