¿Cómo se arma un hogar en la mitad de la nada? ¿Cómo se arranca calor, sentido de pertenencia y, a veces, hasta belleza, al asfalto hostil o a la tierra yerma?
No queremos notarlo, pero una ciudad de plástico, cartón y tela crece aceleradamente dentro y fuera de los márgenes de las urbes oficiales.Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia, Sevilla, Granada, Palma… en todas partes, una marea multiforme y permeable se alimenta de tragedias cotidianas. De cracs personales. Un hombre que pierde su empleo. Una familia desahuciada. Una mujer violentada que huye con sus hijos. Una adicción que rompe una cadena familiar y deja al eslabón más débil a la deriva. Un propietario que echa de su casa a una pareja mayor. Una subvención raquítica que se acaba. Un menor extranjero no acompañado, que cumple los 18 años y se ve expulsado del sistema de protección, uniéndose a muchos otros, que nunca llegaron a estar dentro