La lectura de Belén Gopegui (hija de un famoso astrónomo recientemente fallecido) nunca deja indiferente. Son muchas las virtudes de su escritura: precisión y metáfora, filosofía y poesía... En una mezcla muy inusual con la denuncia y disección de la vida presenta...
La responsabilidad y la culpa de que la tragedia se convierta en desgracia procede de quienes tienen poder.
Desgracia, tragedia y clase 
Todas las personas somos frágiles, a todas las personas nos pueden ocurrir roturas leves y también tragedias. Pero no todas las tragedias se convierten en desgracias. La desgracia tiene un componente de clase. La desgracia es lo que sucede cuando no hay respaldo patrimonial ni una red pública que dé apoyo.
Dicen que la comedia es tragedia más tiempo, basta con que Romeo y Julieta pasen un tiempo viviendo juntos para que aquellas palabras que se decían antes de levantarse —“mira, amor, qué envidiosas franjas ciñen las nubes dispersas allá a oriente: las candelas de la noche se han extinguido, y el jovial día se pone de puntillas en las neblinosas cimas de las montañas”— resulten cómicas.