La base de datos académica Scopus, ampliamente utilizada, alberga artículos de más de 300 revistas potencialmente ‘depredadoras’ que mantienen cuestionables prácticas de publicación, según ha descubierto una investigación. En conjunto, esas cabeceras aportaron más de 160.000 artículos en tres años, casi el 3% de los estudios indexados en Scopus durante ese periodo.
“Hay consecuencias potencialmente serias de que se indexen artículos depredadores en bases de datos científicas”, afirma Anna Severin, una socióloga que estudia la revisión por pares en la Universidad de Berna y ha escrito acerca de la infiltración de las revistas depredadoras en las bases de datos. “Los investigadores podrían basar su investigación en hallazgos de mala calidad, o incluso inventados, y citarlos en sus propias publicaciones, poniendo de este modo en circulación una ciencia indigna de confianza”, afirma Severin, que no participó en este último estudio.Las revistas depredadoras son aquellas que tienden a publicar ciencia de baja calidad y a desviarse de las mejores prácticas de edición. Puede que recurran a información falsa o errónea, o a prácticas agresivas de peticiones, y recaudar honorarios por publicar trabajos que no pasan por un análisis en detalle. Los investigadores han descubierto anteriormente que algunas de esas revistas están indexadas en bases de datos académicas populares como el sitio biomédico PubMed, pero la amplitud del problema resulta difícil de cuantificar.