- Lávese las manos con frecuencia con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón. - Mantenga al menos 1 metro (3 pies) de distancia...
... entre usted y las demás personas, particularmente aquellas que tosan, estornuden y tengan fiebre.– Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, solicite atención médica a tiempo.– Permanezca en casa.Nos sabemos de memoria las instrucciones, repetidas hasta la saciedad, que según la Organización Mundial de la Salud debemos seguir para frenar el avance del COVID-19. Sin embargo, ninguna de estas medidas es realista para quienes se encuentran en los múltiples campos de personas refugiadas.
En espacios fronterizos como el de Lesbos se está disputando el futuro de Europa y la agenda reaccionaria lleva la delantera. O tomamos partido urgentemente o perderemos la partida definitivamente.
Este miércoles estuvimos en Lesbos. No podíamos quedarnos sentados viendo la barbarie. Intentamos visitar oficialmente el campamento de refugiados de Moira, pero nos negaron la entrada, así que tuvimos que recorrerlo guiados por sus propios moradores. Quizás la negativa buscaba evitar que viésemos que una parte ha sido reconvertida en un centro de internamiento semi-clandestino para las deportaciones que contempla la nueva legislación griega denunciada por vulneración de derechos por parte de organizaciones de abogados/as. O para que no fotografiásemos unas instalaciones ya precarias para acoger a 3.500 personas en las que hoy malviven 27.000. Solo tres médicos para todo el campo. Una letrina por cada 500 personas. Y por todos lados basura acumulada y niños corriendo.Parece un basurero. Pero un basurero de derechos. Las ONG que aún aguantan tienen miedo: diariamente son amenazadas por milicias fascistas, algunas llegadas desde toda Europa para reforzar esa Internacional Reaccionaria en ascenso.
Las autoridades griegas detuvieron a un niño refugiado en Lesbos. Un niño que nos mirará siempre y nos preguntará qué hicimos para detener esta barbarie. El niño está solo, en el puerto de la isla, sin sus padres, ante la barrera que forman los antidisturbios: tal vez se ha perdido, y mira indefenso a los policías con una mirada triste, desamparada, mientras al otro lado del puerto la gente y los vehículos circulan ajenos a la vergüenza y la barbarie. Es apenas un video de cinco segundos, https://twitter.com/cosimocaridi/status/1234911369985757185?s=20 y lo ha compartido un periodista italiano, Cosimo Caridi.
Los ataques de la extrema derecha se aprovechan de la existencia previa de un caldo de cultivo que se invisibiliza porque afrontrarlo nos resulta conflictivo: la islamofobia global
Miles de personas se encuentran atrapadas en la frontera noroeste de Bosnia, alojadas en improvisados e insalubres campamentos o incluso en fábricas abandonadas, lo que ha convertido al pequeño país balcánico en un auténtico Estado tapón de Europa.
Una situación de emergencia humanitaria que es producto directo de la UE y de su política de construcción de la Europa Fortaleza.Y mientras, vemos cómo en la otra parte del mundo, el número de desplazados centroamericanos no ha dejado de crecer, a un año de que comenzaran las llamadas caravanas migrantes. Y como después de la entrada en vigor en EEUU del polémico Protocolo de Protección al Migrante, que devuelve al solicitante de protección a México mientras se resuelve su caso, tan solo a un insignificante 0,1% de los solicitantes de asilo se les ha concedido, de facto, dicho asilo. Una barrera que también convierte a México en un Estado tapón, en este caso de los EEUU.Hoy, Día Internacional del Migrante, efeméride declarada por la Asamblea de la ONU en 1999, es importante recordar y denunciar que ni Bosnia ni México ni Centroamérica son hechos aislados, sino que son parte de una peligrosa tendencia internacional. Una tendencia que sin ambages podríamos titular como la extensión de una macabra necropolítica global. Que ante la crisis ecológica y el aumento exponencial de las migraciones climáticas solo se responda con esta política de muerte y violencia de fronteras, y que vaya de la mano de una deriva autoritaria y de involución democrática, no nos permite llamarlo de otra manera.
Llega a nuestras librerías Escapar de la guerra y de las olas, una magnífica colección de retratos del reportero y dibujante Olivier KuglerSe trata de perfiles de refugiados sirios realizados durante sus viajes a los campos de Domiz (Irak), la isla de Kos (Grecia) y la 'jungla' de Calais (Francia)
La ONG Proemaid ha desarrollado este verano en la isla griega el Proyecto Agua por tercer año consecutivo. Gracias a la iniciativa, personas refugiadas que se ven bloqueadas en el país heleno a la espera de que se tramiten sus solicitudes de asilo tienen la posibilidad de acceder a un tiempo de ocio y de recuperarse del trauma que el mar les ha causado.