La más elemental cuestión a partir de la que se origina y define una cosa es su nombre.
Porque las cosas existen según se van nombrando. Ese es el poder de las palabras (o uno de sus poderes). Así que vamos a ver qué son “turistificación” y “gentrificación”.En primer lugar tenemos que pensar que son términos muy jóvenes. El turismo surge en el siglo XIX y hasta mediados del XX no se empieza a hablar de esto del “boom turístico”. Y en cuanto a lo de la gentrificación, pues hasta hace poco también el mercado inmobiliario y sus alrededores (empresas privadas y entidades públicas y clientes o habitantes) no habían empezado a diseñar los centros de las ciudades y algunos barrios “con encanto” con el fin de desalojar a sus habitantes y alojar a otros . Son palabras casi recién nacidas y además son dos palabras (como todas en verdad) con una alta carga ideológica.En ese sentido, hemos de saber que nuestra Real Academia de la Lengua Española, no recoge ninguno de los dos términos. O sea, que oficialmente esas palabras no existen, pero se van extendiendo, y en algunos años puede que entren en la lista de palabras consideradas por la RAE. Mientras tanto se siguen forjando y anclando en nuestros pensamientos y en nuestra sociedad. Son palabras que se usan mucho en prensa, en conversaciones y que nombran situaciones vinculadas a la economía y a la forma en la que está diseñado o se está diseñando nuestro entorno. Esto es importante en tanto el imaginario colectivo las está haciendo suyas