El periodo conocido como Biennio Rosso italiano, traducido al castellano como bienio rojo, se desencadenó en el norte de Italia fundamentalmente entre 1919-1920, y estuvo protagonizado por los consejos de fábrica integrados por obreros socialistas y anarquistas. Las revueltas populares estallarán en torno a la llamada a una huelga indefinida que se extiende por las regiones del Piamonte y Lombardía, implicando a más de medio millón de obreros organizados en contrapoderes conocidos como ‘consejos obreros’ inspirados en los soviets.
Los trabajadores ansiaban conseguir la emancipación por su propia acción directa, era el fruto de decenas de años de tomar conciencia sobre su condición de explotados. Para ello sabían que debían pasar a la ofensiva; había llegado el tiempo de tomar la iniciativa, los sucesos internacionales que estaban ocurriendo animaban a llevar a cabo la obra revolucionaria marcada desde las clases populares.Este periodo fue el inicio de un ciclo internacional transformador, que trataría de recuperar el espíritu de la Comuna de París, si bien sucedida casi cincuenta años atrás, aún marcaba un hito en la lucha obrera. La Revolución de Octubre de 1917 contra el zarismo ruso, y la guerra declarada a la burguesía globalmente animaba a estos procesos revolucionarios en la vieja Europa dividida entre la conciencia anticapitalista y el vitalismo nacionalista como antesala del futuro conflicto contra el fascismo.