En una rueda de prensa la semana pasada, Sebastien Godinot, economista y director de WWF (World Wildlife Fund) Europa, y representante de numerosas ONGs y asociaciones ambientales, emitió un juicio muy severo sobre el borrador del Taxonomy Delegated Act [Regulación Clasificatoria] que se ha difundido en Bruselas. Con él estaban Andreas Hoepner, professor titular de Riesgo Operativo, Bancario y Financiero del University College, de Dublín, y Ariel Brunner, Director de Europa y Asia Central de BirdLife International.
“Una operación de lavado de cara verde [“greenwashing”] pura y simple”, afirmó Godinot, “con la que se corre el riesgo de socavar el liderazgo de la Unión Europea globalmente y desacreditar a la presidenta von der Leyen. Esta propuesta sobre la taxonomía de actividades económicas sostenibles no tiene nada que ver con los objetivos del Green Deal, no está en consonancia con el Acuerdo de París y carece de base científica. Tal como está formulada, no hace otra cosa que permitir a unas cuantas personas ganar mucho dinero”.La taxonomía de la Unión Europea se convertirá en el sistema para clasificar qué actividades se pueden considerar sostenibles en términos del clima, para que puedan financiarse o incentivarse como tales y para las que pueden emitirse bonos verdes. Cuando Europa nos pide gastar el 30% de la Next Generation EU en actividades del clima (para Italia hay cerca de 80.000 millones), tendremos que remitirnos a la taxonomía de la UE para calcular qué acciones entran en esta categoría.