Como quizá sepáis algunos, hoy estamos de elecciones generales en España: las cuartas en cuatro años. No hay novedad, salvo que las encuestas pronostican un aumento disparatado de votos para Vox, un partido de extrema derecha franquista, racista y xenófobo, machista... Como en los demás paisesr europeos, dejamos incubar y eclosionar el huevo de lo que llamaba Umberto Eco el Ur-Fascismo o "fascismo eterno". De ello habla en este texto de lectura totalmente recomendable.
El Ur-Fascismo puede volver con las apariencias más inocentes. Nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice sobre cada una de sus formas nuevas, cada día, en cada parte del mundo. Libertad y liberación son una tarea que no acaba nunca
Los 14 síntomas del fascismo eterno
El término «fascismo» se adapta a todo porque es posible eliminar de un régimen fascista uno o más aspectos, y siempre podremos reconocerlo como fascista. Quítenle al fascismo el imperialismo y obtendrán a Franco o Salazar; quítenle el colonialismo y obtendrán el fascismo balcánico. Añádanle al fascismo italiano un anticapitalismo radical (que nunca fascinó a Mussolini) y obtendrán a Ezra Pound. Añádanle el culto la mitología celta y el misticismo del Grial (completamente ajeno al fascismo oficial) y obtendrán uno de los gurús fascistas más respetados, Julius Evola. A pesar de esta confusión, considero que es posible indicar una lista de características típicas de lo que me gustaría denominar «Ur-Fascismo», o «fascismo eterno». Tales características no pueden quedar encuadradas en un sistema; muchas se contradicen mutuamente, y son típicas de otras formas de despotismo o fanatismo, pero basta con que una de ellas esté presente para hacer coagular una nebulosa fascista.