El censo del escribano palustre iberoccidental revela que solo quedan 110 parejas en la península. Los ornitólogos alertan de que en 2023 desaparecerá de la faz de la tierra
En nuestros días, quedan pocos hablantes del kiliwa, a pesar de que la lengua tiene dos o tres mil años de existir. Algunas iniciativas admirables están luchando contra su extinción.
Queda medio centenar de kiliwas en Baja California, y casi no hablan su lengua. Ocupaban una franja que iba del Pacífico al mar de Cortés, como una especie de venda en el antebrazo de la península.Llegaron hace milenios. Se llaman a sí mismos ko’lew, ‘gente’. Sus actividades tradicionales (recolección, caza y pastoreo) requieren grandes territorios de los cuales fueron despojados. Primero por los decretos colonizadores del presidente Juárez; después por el apoyo a la minería del presidente Díaz; luego por el reparto ejidal del presidente Cárdenas; y, finalmente, por negocios como el motel Mike’s Sky Ranch que ocupa 7,000 hectáreas para la cacería deportiva y no deja entrar a los kiliwas.El último despojo (de casi 28,000 hectáreas) lo iba a cometer la Comisión Federal de Electricidad para un proyecto eólico. Los kiliwas se negaron a firmar hasta que en 2017 la concesión se redujo a doscientas cuarenta hectáreas y derecho de paso para las líneas de transmisión, a cambio de una renta trimestral (“Construirán planta eólica en tierras de los quilihuas”, La Jornada de Baja California, 5 de diciembre de 2017).Sobre los kiliwas han corrido consejas dramáticas. Que habían decidido suicidarse. Que habían decidido no tener hijos. Que decidieron no enseñarles kiliwa...
Les puedes ver con llamativos trajes de época rojo en el metro de Londres, “muriendo” por intoxicación en un establecimiento de comida rápida, cubriendo de sangre las escaleras del Trocadero, impidiendo la entrada y salida de trabajadores de la BBC o cortando el tráfico en las principales capitales europeas. Extinction Rebellion han cambiado la forma en que se manifiestan y, para ello, también la forma de organizarse.
Asistir a un pleno de Extinction Rebellion recuerda mucho a esos primeros días del 15M en que todo parecía posible. Hay las mismas ganas de cambiar las cosas, la misma ilusión y también muchas de las estrategias que entonces se veían en las plazas: asambleas, listas de correo, mucho trabajo voluntario, descentralización y un uso de las redes sociales y los medios como altavoz que no resulta ajeno, pero que ahora es mucho más crítico y global. Annemarie Botzki, de XR Berlín, explica cómo gestionan esas dos vertientes tan opuestas pero sin las que no pueden desarrollar su labor: “Estamos descentralizados y no tenemos jerarquía, nadie dice qué hay que hacer. Todas las decisiones importante se discuten en un pleno y se tienen que tomar de forma unánime. Basta con que una persona se oponga firmemente para no hacerlo. También discutimos cosas online, pero somos un poco escépticos: no nos oponemos a trabajar con nadie, no nos negamos a hablar con ningún medio aunque evidentemente somos muy críticos con algunos, pero hablamos con todo el mundo para tratar de cambiar algo.
El texto de un reciente informe de las Naciones Unidas (ONU) tiene un título que esconde su serio mensaje: Resumen para legisladores del informe sobre la evaluación global de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos (Summary for policymakers of the global assessment report on biodiversity and ecosystem services, en inglés).
El hallazgo más importante del informe es este: 1 millón de especies animales y vegetales están actualmente en peligro de extinción, muchas de ellas dentro de décadas. Samalilani- Theresa Ng'ambi, James Sakala, Maureen Lilanda, Pompi & Shaps | Zambian music for earth!La tasa de extinción global de especies es decenas de cientos de veces más rápida ahora que en los últimos diez millones de años. Es un informe imposible de leer, el planeticidio está casi garantizado: el 75% del medioambiente terrestre está “gravemente alterado”, 680 especies vertebradas en peligro de extinción desde el siglo XVI, más del 40% de las especies anfibias, casi el 33% de los corales formadores de arrecifes y más de un tercio de los mamíferos marinos están al borde de la extinción.