El equipo de trabajo de Agonist está formado por personas con algún tipo discapacidad. "Hay que enseñar a la comunidad que hay mucha gente con discapacidades y que estas no les impiden en absoluto ser trabajadores eficientes y responsables", defiende el impulsor y dueño del establecimiento, Wassim el Hage.
Actualmente, el equipo esta formado por doce trabajadores. Seis de ellos recibieron un curso de formación de tres meses antes de que la cafetería abriera al público. El Hage enseñó a los chicos "habilidades de comunicación" para dialogar con los clientes puesto que muchos de ellos sufren "miedos y problemas de autoestima". Asimismo, les enseñó también la parte técnica necesaria para poner en funcionamiento la cafetería. Así, los jóvenes aprendieron a llevar las bandejas correctamente, a recoger las mesas o a utilizar la máquina de café.Dado que el grado de discapacidad es distinto entre todos ellos, y algunos no saben leer o escribir, El Hage estableció un sistema especial para atender las comandas. Cada mesa dispone de un cartel con el nombre de un color diferente y el menú es una hoja en la que los propios clientes señalan lo que desean tomar con un rotulador. "El empleado entrega el menú a los clientes, estos marcan con un rotulador lo que quieran y escriben el color de la mesa en la que están sentados". El empleado lleva el menú a alguno de los compañeros que se encuentra detrás de la barra y a partir de ahí se prepara el pedido.