El sistema judicial holandés está disminuyendo la población penitenciaria gracias, en parte, a programas de rehabilitación para personas con problemas de salud mentalHolanda ha cerrado 23 cárceles en cinco años y tiene la tercera tasa de encarcelamiento más pequeña de Europa: 54,4 presos por cada 100.000 habitantes"Aunque nadie aprobaría los crímenes o la violencia que han cometido, tras ellos hay un mundo muy triste. Repararlo lleva mucho tiempo", dice un psicólogo forense
Cuando Stefan Koning, que arrastra un historial médico de psicosis, fue declarado culpable de amenazar a una persona con un cuchillo, parecía que nada le libraría de una larga temporada entre rejas. No fue así. Después de una corta temporada en la cárcel ha regresado a su casa en Amsterdam."Bob es un personaje de la serie Twin Peaks, un asesino que se mete dentro de la piel de inocentes y los obliga a hacer cosas terribles, como asesinar. Dentro de mí hay un Bob que me dice 'mata a esa persona' y cosas parecidas. Si me tomo los medicamentos, Bob me deja tranquilo", explica Koning desde allí.Koning es beneficiario de una tendencia que crece en Holanda. La de evitar que las personas entren en prisión a menos que sea necesario. Entre las claves está, sobre todo, un exitoso programa que ofrece cuidados comunitarios a quienes sufren de problemas psiquiátricos.