Veinte años después de mi primera visita, volví al Museo de la Guerra de Overloon con la intención de preguntar por el origen del piano de Arthur Seyss-Inquart, allí expuesto. También quise fotografiarlo de nuevo. El tiempo modifica la mirada, la mirada sitúa los objetos en otro lugar, es como si los nombrase con nuevas palabras, ese conocido efecto que produce “revisitar” antiguos sitios. Seyss-Inquart fue el último canciller austriaco antes de la anexión (Anschluss) de Austria a la Alemania nazi. Fue designado Reichskommissar (comisario del Reich) para los territorios ocupados de los Países Bajos
El piano de Arthur Seyss-Inquart, II. (Vingt ans après)
El piano de Arthur Seyss- Inquart, 1998
Por
Eduardo Momeñe
“Como convenía a un hombre de su poder, Seyss-Inquart tuvo que mudarse a una residencia noble. Los palacios reales estaban a su disposición, pero tuvo el suficiente tacto como para darse cuenta de que residir en uno de ellos provocaría mucha hostilidad en los holandeses. La elección recayó en la propiedad Clingendael del siglo XVII entre La Haya y Wassenaar (hoy en día la residencia del Instituto Holandés de Relaciones Internacionales). Hizo algunos cambios y se mudó allí en el otoño de 1940. A diferencia de muchos otros de alto rango, que se permitieron todo el lujo que tenían disponible, el estilo de vida de Seyss-Inquart era muy austero. No era un lugar para grandes fiestas y, en caso de una recepción, no se toleraba la embriaguez y solo se servían cenas sobrias a los invitados”. (www.tracesofwar.com)
Veinte años después de mi primera visita, volví al Museo de la Guerra de Overloon con la intención de preguntar por el origen del piano de Arthur Seyss-Inquart, allí expuesto. También quise fotografiarlo de nuevo. El tiempo modifica la mirada, la mirada sitúa los objetos en otro lugar, es como si los nombrase con nuevas palabras, ese conocido efecto que produce “revisitar” antiguos sitios. Buscaba una nueva fotografía igual a aquella con la intención de articular ambas imágenes una junta a otra, en principio idénticas, pero con diferentes fechas, ese pie de foto que dirige el sentido de las fotografías. Supuse mal que el piano se encontraría ubicado en el mismo lugar, en el mismo estado, pensé que todo seguiría igual a excepción de mi intención –una fotografía hecha “desde/sobre” otra fotografía–, pero el piano había sido restaurado y situado en una sala bien acondicionada, bien iluminada; de hecho, todo el museo/memorial había sido remodelado. Mi proyecto de obtener una conceptual documentary photograph –dicho en términos que he leído en alguna parte–, quedaba frustrado. Sin embargo, esta restauración, esta nueva puesta en escena, me permitió pensar en una posibilidad con la que no había contado, tenía la opción de “un antes y un después”, lo cual me pareció que pudiera ser interesante.