A principios del siglo XX, durante el genocidio cometido por el gobierno otomano contra los armenios que vivían en la Armenia histórica —la actual Turquía oriental—, el monte Ararat quedó en territorio turco. Terminaban más de dos mil años de presencia armenia en la zona. También su patrimonio cultural fue destruido, sumando un genocidio cultural al humano
El monte Ararat, donde la Biblia cuenta que se posó el Arca tras el Diluvio, es el símbolo nacional de Armenia. Aparece en su escudo, es omnipresente en su cultura material y es claramente visible desde la mayor parte de su territorio. Pero el Ararat no se encuentra en Armenia, sino dentro de las fronteras de Turquía.
1923. Stalin, por aquel entonces comisario para las nacionalidades de la URSS, ordena caprichosamente integrar el Alto Karabaj —con una población armenia del 94%— en Azerbaiyán. ¿Patinazo histórico o magnánimo «divide y vencerás»? Cien años después, esta decisión sigue siendo objeto de debate