Sobre el papel de los bares y cafeterías se ha dicho de todo: desde tonterías como que son los templos de la modernidad hasta verdades como que fueron en tiempos cuevas incubadoras de revoluciones. Más tímida y modestamente, surgen en nuestro tiempo tabernas ideológicas como las herrikotaberrnas o los bazokis, o, a mitad de camino, las casas del pueblo y los ateneos libertarios. Bienvenidos sean estos locales si, entre copas y canciones, son capaces de irradiar de nuevo lo que, optmistamente, podemos llamar una nueva cultura popular...
El sindicato llevaba tiempo rumiando la idea de crear un espacio político financiado con un establecimiento hostelero que permitiera la creación de autoempleo. El cierre de un mítico bar bilbaíno y el aumento del paro entre sus afiliados aceleró el proyecto.
CNT inaugura el bar Malatesta, trinchera cultural en Bilbao
Los procesos asamblearios tienen mala fama: que si son lentos, que si están sembrados de debates estériles. Pero en ocasiones la inteligencia colectiva tiene las cosas muy claras: se necesitan espacios políticos y espacios de ocio. Bajo estas premisas, en apenas tres meses, entre diciembre y febrero, la asamblea de la CNT de Bilbao dio el visto bueno para articular un proyecto único en el Estado: abrir un bar para ofertar actividades culturales ligadas al movimiento anarcosindicalista. Fomentar el autoempleo entre sus miembros, ser el colchón económico del proyecto, arañar visibilidad en la calle. Una idea que llevaban rumiando desde hacía algún un tiempo que aceleró el aumento del paro entre sus afiliados durante la pandemia