Como siempre, la mayoría de la gente no sabe lo que pasa y la mayoría de esa mayoría no sabe que no lo sabe. En fin, no será porque no puede resolver esa ignorancia. Aquí está contada la monstruosidad que se está cometiendo con el agua...
A mediados del pasado mes de diciembre de 2020 una noticia terrible sorprendió al mundo: “El agua empieza a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street junto al petróleo y el oro”, rezaban varios titulares. La guinda a un año 2020 de mierda y la antesala a un futuro cercano parecido a las pelis de Mad Max.
El agua ya es (oficialmente) una mercancía - Todo Por Hacer
Puesto que no se le otorgó a esta noticia el protagonismo que se merece, hemos considerado oportuno rescatarla y explicarla. Todo comenzó cuando, a finales del año pasado, el futuro del California Water Index comenzó a cotizar primero en la Bolsa de Chicago y luego en la de Wall Street (Nueva York), lo cual convierte a este bien preciado en una mercancía bursátil más, como lo es el petróleo y el oro. No es una buena señal, la verdad, puesto que el valor de estos dos bienes reside, precisamente, en su carácter de escasos y limitados. Además, el control del oro y el petróleo ha originado varias guerras a lo largo de la historia (más recientemente en Irak y Siria). Que el agua, un bien que inequívocamente necesitamos para sobrevivir (o que su consumo en mal estado puede provocar graves enfermedades e incluso la muerte), empiece a adquirir ese carácter de “raro” o “escaso”, sin duda nos debería preocupar a todas.
El hecho de que cotice en Bolsa, además, invita a que Fondos de Inversión y otros agentes especuladores puedan empezar a invertir fuertemente en ella. ¿Qué puede salir mal? Recordemos su aventura financiera cuando en 2008 decidieron invertir en viviendas subprime. En el caso del agua, sus beneficios se verán incrementados cuanto más escaso sea este bien.