A un año del caso de la nena tucumana que pidió "quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo"
Hace un año, la historia de Lucía nos dejaba sin palabras. Ella, tan niña, con apenas 11 años, reclamaba una interrupción legal de embarazo en un hospital de Tucumán y el sistema público de salud le daba la espalda. Había sido abusada por la pareja de su abuela, que tenía su guarda. Violada por ese hombre y después, por el Estado provincial.Fue necesario amplificar su voz, esa que no querían escuchar médicxs y autoridades sanitarias en la provincia o peor, que escuchaban pero preferían ignorar, para llegar a sacudir conciencias, quebrar resistencias.Internada, Lucía lloraba en posición fetal, pedía que su mamá, que la estaba acompañando, la abrazara. “Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo”, le dijo a una psicóloga del hospital para exigir, con sus palabras, su derecho a abortar. En cambio, el gobierno tucumano, puso en marcha una maquinaria perversa, que la torturó durante semanas, que aniquiló su voz, a pesar de que un informe médico ya advertía que había “alto riesgo obstétrico” si continuaba ese embarazo forzado.Esa frase de la niña quedó transcripta en su historia clínica y trascendió al mundo a través de PáginaI12: mostró la vergüenza argentina, donde en algunas provincias se pretende obligar a niñas como Lucía a asumir maternidades que no quieren ni buscan y tienen el sello de la violencia sexual.Hoy Lucía ya no llora. Pudo interrumpir ese embarazo finalmente en un hospital tucumano, a partir del acompañamiento de organizaciones de mujeres y de derechos humanos como Cladem y Andhes y Mujeres x Mujeres, que reclamaron por sus derechos. Una trama solidaria feminista se tejió para garantizarlos.
Lucía es el nombre “mediático” que con el que se conoció el caso de la niña de 11 años que quedó embarazada como consecuencia de haber sido violada por la pareja de su abuela. Su historia no tomó estado público por la excepcionalidad de su tragedia: en la Argentina, cerca de 100.000 adolescentes y entre 2.500 y 3.000 niñas menores 15 años dan a luz cada año. En el caso de las niñas, el 80% de los embarazos son producto de violencia sexual y la mayoría de ellos ocurren en el ámbito intrafamiliar o en círculos cercanos a las víctimas.
la mayoría de ellos ocurren en el ámbito intrafamiliar o en círculos cercanos a las víctimas.
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